Jehová Sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas. (Salmo 147:3) En mi a adolescencia pase por un periodo corto de mi vida sumida en la depresión, no quería salir, no quería vivir, no quería estudiar, no quería comer, solo quería llorar y dormir, no por ser llorona (la gente que me conoce sabe que no soy llorona), pero en ese momento estaba pasando por un momento difícil. Pase esos días en casa encerrada. Mi Madre ya estaba comenzando a preocuparse.