Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentara, jamás a dejado caído al justo. (Salmo 55:22)
Nuestras vidas están cargadas: tenemos una carga a punto de explotaren el alma. Vivimos cargados, cansados, ocupados y estresados…Sin embargo, seguimos haciendo hasta lo imposible por cumplir con todos los deberes de la vida, hasta con los religiosos: cumpliendo con ir al pozo de nuestros deberes todos los días, haga sol o lluvia.
La comunión con Jesús se vuelve una rutina, sin lograr una
transformación atravéz
de ella, porque simplemente
deshacernos del peso que llevamos
por nosotros mismos. Seria bueno que hagas una lista y anotes esas cargas
que te están agotando y las pongas en
las manos de Dios.
Quizás tengas un empleo de tiempo completo y a la vez
estudias, tal vez no recibas
reconocimiento por lo que haces, puede que sean los problemas financieros o
familiares te estén agotando en este
momento. Entonces debes ir a Jesús ahora y poner tus cargas en sus manos.
El estrés por exceso de carga nos hace murmurar, decir
y pensar cosas indebidas. Cuando nuestras cargas no están en las manos de Dios,
nuestros problemas se tornan más grandes, esta es una de las razones por las
cuales nuestros encuentros con Jesús son tan superficiales y fugaces. Cuando entendamos
que Jesús es el único que puede llevar nuestra carga, entonces andaremos llenos
de paz y con un gozo inagotable.
Hoy Jesús te
dice: ven a mi si estas trabajado y cansado que yo te hare descansar. (Mateo 11:
28)
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