Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amo (Isí as 43: 4) Aveces vamos por la vida decaídos , sintiendo que no valemos nada, nos sentimos inconformes con nuestro cuerpo, con lo que hemos logrado, con la familia que tenemos, esa insatisfacción interna, que nos consume diaria mente y nos incapacita para ser feliz.
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